¿Qué es el tratamiento?
El tratamiento para el acné combina diversas técnicas avanzadas con el objetivo de reducir las lesiones activas, mejorar el aspecto de las cicatrices y prevenir la aparición de nuevos brotes. La combinación de SkinPen, peelings químicos, láser y exosomas permite tratar el problema desde diferentes ángulos, favoreciendo la regeneración de la piel, reduciendo la inflamación y restaurando su equilibrio. Al abordar tanto las imperfecciones actuales como los daños causados por episodios previos de acné, se consigue una piel más uniforme y saludable a largo plazo.
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¿Cómo es el tratamiento para acné?
SkinPen: este dispositivo de microneedling crea microperforaciones controladas en la piel, estimulando la producción de colágeno y favoreciendo la regeneración celular. Este proceso ayuda a reducir cicatrices y mejora la textura de la piel.
Peelings químicos: exfolian en profundidad, eliminando células muertas y destapando los poros obstruidos. Esto contribuye a reducir la formación de comedones y puntos negros, favoreciendo una piel más limpia y suave.
Láser: herramienta clave en el tratamiento del acné, que elimina las bacterias responsables de la inflamación, regula la producción de sebo y mejora la textura cutánea. También ayuda a regenerar la piel, atenuando marcas y cicatrices.
Exosomas: una de las innovaciones más avanzadas en medicina estética, actúan a nivel celular para reducir la inflamación, estimular la reparación de los tejidos y mejorar la calidad general de la piel.
¿En qué casos está indicado?
Este tratamiento es adecuado tanto para quienes padecen acné activo como para quienes presentan cicatrices o irregularidades en la piel debido a brotes previos. Es especialmente recomendable para personas que desean mejorar la textura y claridad de su piel sin recurrir a tratamientos agresivos o invasivos. También está indicado para quienes buscan una solución que no solo actúe sobre las imperfecciones visibles, sino que además contribuya a prevenir su reaparición.
Beneficios del tratamiento
Con este tratamiento se logra una notable reducción de las lesiones activas, así como una mejora significativa en el aspecto de las cicatrices. La piel adquiere un tono más uniforme, con una textura más lisa y un aspecto saludable. Además de tratar el acné existente, ayuda a reforzar la barrera cutánea, reduciendo la tendencia a desarrollar nuevos brotes.
Recuperación del tratamiento contra el acné
Dependiendo de la técnica empleada, pueden aparecer rojez o descamación leve, efectos que desaparecen en pocos días. Los resultados se hacen visibles de manera progresiva, mejorando sesión tras sesión. Para potenciar los efectos del tratamiento, se recomienda el uso de fotoprotección y una rutina de cuidado adaptada a las necesidades de la piel.



